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Mostrando entradas de abril, 2011

Alegría, Fernanda de Castro

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De pasadas tristezas, desengaños amarguras vividas en treinta años, de viejas ilusiones, de pequeñas traiciones que encontré en mi camino…, de cada injusto mal, de cada espino que en mi pecho dejó la nube oscura de una nueva amargura… De cada crueldad que puso de luto mi mocedad… De cada injusta pena que un día envenenó y aún envenena mi alma que fue tranquila y fuerte… De cada muerte que vive en mí y labra mi vida, de cada cicatriz, vi el barniz no de tristeza, ni de dolor, ni de nostalgia sino de heroica alegría. Alegría sin causa, alegría animal que ningún mal puede vencer ¡Ardiente placer de respirar! Voluptuosidad de tocar la tierra honesta con los pies descalzos. Placer de abandonar los gestos falsos, placer de regresar, de respirar honestamente y sin caprichos, como las hierbas y los bichos. Alegría voluptuosa de morder frutos y de oler rosas. Alegría brutal y primitiva de estar viva, feliz o infeliz pero bien aferrada a la

Ataúd II - José Rui Teixeira

Ataud, José Rui Teixeira Hubo un tiempo en que yo desconocía el miedo. Los días eran como mandarinas en las letanías de julio y mi madre buscaba en el fondo de la mañana mi cadáver. Su cuerpo pendía sobre una secreta forma de arrepentimiento, orgánica como lamentaciones en las paredes del esófago. De pronto, la palpación de un soplo, un temblor. Los frutos en el suelo antes de tiempo, un amor inconfesado O una rara proporción en los segmentos blancos de los dedos. Mi madre retenía entre las manos la aterradora exactitud de la muerte. Durante años la guardó como una cuchilla en el corazón. Un día, un gato escatológico escribió su nombre. Creí que podía ser Dios. Apreté mis manos contra los higos con miedo del invierno. Índigo (nuria p.serrano) de esta versión del poema de José Rui Teixeira: Ataúde II, de su libro Diáspora, Ediciones Cosmorama .

Metamorfosis, Cecilia Meireles

Súbito pájaro dentro de muros caído Pálido barco en onda serena arrojado. ¡Noche sin brazos! cálido hilo de sangre vertido. E inmensamente el navegante mudado. Sus ojos densos apenas recuerdan haber sido. Su labio lleva otro nombre grabado. Súbito pájaro por altas nubes bebido. Pálido barco en flores quedas quebrado. Nunca, jamás y para siempre perdido el eco del cuerpo en el propio viento plegado. Cecilia Meireles - Viagem IH (nuria p.serrano), de esta versión de un poema de Cecilia Meireles. Para Tânia , por puentes y mundos.

Da la luz, Pablo Guerrero

Pidamos para todos que el agua de los ríos nos haga vibrar en el temblor de sus fuegos, y despertar a la calma que hace que se detenga la luz de madrugada en las encinas. Pidamos para todos que después de llorar sintamos en el pecho cómo madura el trigo. Y en la rueda del mar la verdadera dicha que la luz nazca permanezca y gire. Amigo da la luz, lo pido para todos. Amigo da la luz, para todos lo pido. Pidamos recibir lo que nos da la vida como un amigo que a veces nos visita y luego ya se ha ido sin despedirse apenas, pero nos deja en la luz de su alegría. Pidamos para todos que se cumplan los sueños, que su presencia sea luz en las miradas, que esa luz cuando nos llegue encuentre blanca de cal y abierta nuestra casa. Pablo Guerrero, 2000, de la letra de esta canción.